jueves, 7 de junio de 2018

Los videojuegos ya no tienen que ser solo divertidos de jugar, tienen que ser divertidos de ver


Los aficionados prueban Black Ops IV durante el evento de presentación en Los Ángeles el pasado 17 de mayo. 
A dos semanas de que empiece el E3 de este año, la feria comercial de videojuegos más grande del mundo, Activision presentó en Los Ángeles antes un millar de aficionados traídos de todo el planeta en uno de los grandes títulos del año, Call of Duty: Black Ops 4. Fue además una ocasión para ver el futuro de los grandes videojuegos que juegan millones de personas online a la vez. En ese escenario, EL PAÍS pudo conversar con Dan Bunting, codirector del estudio Treyarch, que desarrolla los títulos de la saga Call of Duty, sobre las tendencias en la industria.
“El fenómeno de los jugadores que miran a otros jugar ha sido un cambio explosivo en nuestra industria”. Bunting asegura que es lo más importante que ha pasado en la última década. Con la explosión del vídeo online, de pronto hay millones de personas que disfrutan viendo a otras jugar a videojuegos en directo por Internet. Es una forma de entretenimiento más, que hace solo unos años no existía. “Hace 10 años, si me hubieras preguntado si la gente se iba a sentar a ver jugar a otros, te diría que para nada. Pero lo miras ahora y es un fenómeno en sí mismo. Se ha formado todo un ecosistema. Es una nueva rama del entretenimiento”.


Bunting habla de un fenómeno que ya es el nuevo campo de batalla de las plataformas de vídeo online. Los videojuegos han entrado en la competición por el tiempo de pantalla de los que no juegan. Una plataforma como Twitch, que empezó en 2011 siendo un nicho de jugones, una especie de Youtube de videojuegos en el que la gente emite en directo sus partidas. Twitch fue adquirido por Amazon en 2014, cuando el videojuego Call of Duty: Advanced Warfare fue el juego más retransmitido con seis millones de espectadores únicos. En 2015, había llegado a 1,5 millones de canales con una audiencia de 100 millones de personas al mes, más del doble que el año anterior. Ese año, apareció Youtube Gaming para buscar una parte del pastel. Los dueños de los mejores canales son estrellas del entretenimiento y poderosos influencers en la industria.
“El hecho de que los videojuegos tengan que competir ahora no solo por el tiempo de juego, sino por el tiempo de streaming, obliga a pensar en ellos de una forma completamente diferente”, explica Bunting. “Creo que obliga a los desarrolladores a pensar en cómo hacer juegos que no solo sean divertidos de jugar, sino divertidos de ver. Como tenemos una parte de eSports, siempre nos ha preocupado cómo se ven los juegos, pero ahora es un nivel completamente diferente”.

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